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Por qué tu inseguridad te hace peor empresario

Es probable que te preocupes mucho acerca de cómo vender mejor tus productos o servicios. Pero ¿sabes venderte a ti mismo? Para ser un buen empresario necesitas generar confianza en tu público y hacerte valer. Claro que esto no es una tarea fácil. Para empezar tienes que plantar cara a tu inseguridad. Solo cuando seas capaz de confiar en ti mismo demostrarás todo tu potencial.

Empieza por construir tu marca personal

Decide quién quieres ser. El concepto de marca personal está ligado al del branding tradicional. Se trata de replicar el trabajo que haces con la marca empresarial, aplicándolo a ti mismo. Esto te ayudará a definir cómo quieres que te perciban tus potenciales clientes y qué quieres lograr.

Para construir una marca personal empieza por dar respuesta a estas preguntas:

¿Cómo quieres que te llamen? ¿Vas a utilizar solo tu nombre de pila o prefieres incluir alguno de tus apellidos?

¿Cuáles son tus mejores cualidades?

¿Y tus puntos flacos?

¿Qué valores quieres transmitir?

¿Qué tono de comunicación vas a usar?

¿Cuál es tu objetivo? ¿Posicionarte como un experto? ¿Representar mejor a tu empresa? ¿Comercializar mejor tus productos o servicios?

Solo el hecho de responder a estas cuestiones ya va hacerte ganar seguridad y confianza en ti mismo. Muchas veces tendemos a castigarnos de forma exagerada por nuestras debilidades. Sin embargo, este ejercicio te servirá para darte cuenta de que también tienes mucho que ofrecer. Además, te marcará el camino que debes seguir en tus relaciones con los clientes.

La marca personal, como la de la empresa, se estructura a través de todo tipo de medios. En la red, deberás aplicarla a tus redes de negocio como LinkedIn. También tendrás que seguir el camino marcado en tus comunicaciones a través del correo electrónico o el blog (si lo tienes). No obstante, imaginamos que lo de verdad te preocupa es saber gestionar bien tu perfil en las relaciones personales.

Algunos consejos para venderte mejor

Ahora ya sabes quién quieres ser para tu público y has creado tu propia marca personal. Este es un buen punto de partida y un gran apoyo a la hora de venderte a ti mismo cuando te encuentres con un posible cliente. Pero, si aun así, en las distancias cortas eres un manojo de nervios y no sabes ocultar tu inseguridad, estos consejos te serán muy útiles:

Cuida tu apariencia

Y no lo decimos únicamente porque la imagen también comunique. Es curioso, pero un experimento demostró que la ropa que llevamos puesta puede afectar a nuestro comportamiento. El estudio de este fenómeno, denominado en inglés, “enclothed cognition”, confirmó que las personas eran más cuidadosas cuando llevaban una bata de doctor.

Es decir, si tienes una empresa de moda y vas a hacer una presentación seguramente te sentirás más autorizado para ello si llevas un look de última tendencia.

Reconoce tus debilidades

Parece una paradoja que para tratar de venderte a ti mismo acabes reconociendo tus puntos flacos. Sin embargo, no lo es. Reconocer las debilidades es un trampolín para presentar todas tus fortalezas sin resultar vanidoso. Al fin y al cabo, todos somos humanos y no te ayudará en nada parecer un superhéroe.

Desarrolla tus habilidades sociales

La naturalidad enamora. Está bien que te prepares un discurso si vas a participar en un networking, pero no olvides que estás tratando con otras personas. Sé social, pregunta, interésate por los demás. Soltar de carrerilla todo lo que puedes ofrecer no vende.

Recuérdate tus éxitos

Para enfrentarte a tus inseguridades y convertirte en una persona más segura de ti misma, intenta tener muy presentes cuáles son los éxitos que has conseguido. Dicen que el aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo, así que imagínate todo lo que eres capaz de hacer tú si te lo propones.

FUENTE: EL ECONOMISTA

 

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