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China ofrece más clientes y nuevos negocios a las pymes
Las empresas españolas deben aprovechar las nuevas oportunidades de la segunda economía mundial con su apertura al libre comercio y el crecimiento del consumo interno.
Tras el ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, China se ha convertido en el nuevo abanderado mundial del libre comercio. Impulsado por las buenas previsiones para el futuro -que apuntan a un crecimiento del 6% anual durante el próximo lustro-, los objetivos actuales de la potencia asiática son reducir su dependencia de las exportaciones y favorecer el consumo interno, espoleado por una creciente clase media.
Esto abre nuevas posibilidades de negocio para todas las empresas extranjeras que deseen exportar sus productos al principal mercado del continente. Pero para aprovechar estas oportunidades, "las pymes españoles deben realizar un esfuerzo extra, pues se encuentran muy rezagadas respecto a las alemanas, italianas o francesas", avisa Rafael Cascales, presidente de la Asociación Española de Profesionales del Comercio Exterior.
Su recomendación para abordar un mercado tan grande es empezar por "las ciudades de segundo o tercer nivel, pues en las grandes capitales como Shangai o Hong Kong hay una competencia muy fuerte". Además, aconseja, hay que buscar "distribuidores locales que centren su actividad en una o dos provincias, en lugar de otorgar la exclusiva sobre el país a un único representante que no esté especializado en ninguna zona en concreto". No hay que esperar resultados demasiado pronto, sino que los beneficios llegan entre seis meses y un año después de haber iniciado la aventura en el país. Una de las principales demandas del consumidor chino a las empresas extranjeras son artículos tecnológicos e innovadores. La abundancia de población provoca que el mercado también necesita gran cantidad de productos agroalimentarios y sanitarios, además de sistemas de energías limpias y gestión de residuos.
Para las empresas interesadas en contar una filial, la mejor estrategia es abrirla en Hong Kong, donde podrán disfrutar de importantes ventajas fiscales. Desde ahí podrán organizar la fabricación de productos y su posterior distribución a lo largo del territorio. El principal aspecto a vigilar es la legislación laboral, pues recientemente se han endurecido las condiciones para permitir la llegada de personal extranjero.
Tener paciencia
La mejor manera de abordar a un posible socio en China es a través de la recomendación de un tercero, que puede ser otra empresa o una agencia internacional implantada en el país. Para establecer una relación personal, hay que aprovechar puntos en común de su cultura con la española, como el sentido del humor, la importancia de la familia o la gastronomía. Durante las negociaciones, hay que tener paciencia, pues los empresarios chinos apurarán al máximo los tiempos con el objetivo de conseguir un acuerdo más favorable para sus intereses. Hay que evitar llegar tarde a las reuniones de negocio, pues esto es interpretado como un signo de gran descortesía.
FUENTE: EXPANSION
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