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El servicio de asesoría es rentable para las empresas
El Grupo ADADE celebrará en Almería sus Jornadas Anuales
DADE es uno de los mayores grupos de asesoría a empresas existentes en el país. Con 50 oficinas en España y presencia en toda Europa y en países de América Latina, Asia o África, emplea a más de 500 profesionales y presta servicios a más de 15.000 empresas. Su presidente defiende la idoneidad de contar con un asesoramiento profesional. Entrevista con el presidente del Grupo, José Luis García.
¿Es la asesoría un servicio importante para todas las empresas?
Lo considero absolutamente imprescindible, sobre todo a la vista de la complejidad, muchas veces una auténtica maraña de la normativa, sometida frecuentemente a reformas, que precisa de un asesoramiento personalizado.
¿Tan difícil resulta ajustarse a la normativa?
Podemos decir que, para una empresa, sobre todo mediana o pequeña, es prácticamente imposible el cumplimiento de todas las obligaciones legales, piense que por término medio se ven afectadas por unas 56 normas diferentes.
¿Demasiado peso normativo, entonces?
Son 56 obligaciones legales, desde las de nivel local, provincial, regional o nacional, hasta las que impone la Hacienda pública, la de riesgos laborales, protección de datos, planes de igualdad, compliance penal, blanqueo de capitales, prevención, reglas financieras, por citar algunas.
¿Es la asesoría una solución a este problema?
Nosotros entendemos que es una ayuda importante porque al final le estás proporcionando a las empresas y los empresarios un ‘traje a medida’ al disponer de los profesionales que cuentan con el conocimiento para resolver cualquier situación de las sociedades.
Pero quien quiera defenderse sin asesores...
Evidentemente, pero pensemos que hacer frente a los requerimientos es muy complejo porque tocas muchos ámbitos legales y muchas obligaciones y es difícil que las empresas dispongan de profesionales para poder afrontar las respuestas.
¿Diría que contratar servicios de asesoría es económicamente rentable?
Diría que es mucho menos gravoso de lo que se piensa. Pensemos que una empresa de diez o veinte trabajadores tendría que tener expertos que se encargaran de asuntos económicos, laborales, abogados para los legales o administrativos para la gestión de cuentas, y todo eso cuesta dinero. La asesoría profesional ofrece todos esos servicios, imprescindibles para las empresas, pero con un coste mucho menor.
¿Y con ello se garantiza una gestión eficaz y un cumplimiento efectivo de todas las normativas?
(Responde Víctor Pérez, de la Asesoría Antonio Pérez, socio en Almería del Grupo ADADE): Desde las asesorías, además de permitir un menor coste para el cliente, estamos siempre atentos a los cambios normativos, a las nuevas regulaciones y a todas las disposiciones; para una empresa sería mucho más difícil mantenerse al día con tantas normas. Al final lo que les aportamos es seguridad, la tranquilidad de saber que se mantiene al día en todos los aspectos.
¿El cliente está dispuesto a pagar para disponer de esa seguridad?
Es la labor esencial de un asesor, ofrecer seguridad y tranquilidad, sostiene Víctor Pérez. Es importante cumplir sus expectativas porque en caso contrario dejarán de confiar en nosotros y, al final, este es nuestro negocio, nuestra forma de vida, y por eso vendemos seguridad.
¿Beneficio para el cliente o para el asesor?
Las dos partes hemos de encontrarla, porque es el resultado del trabajo bien hecho. En el caso de las asesorías se busca sobre todo el beneficio del cliente: mal asesor es el que prioriza el beneficio propio antes que el de su cliente porque en ese caso lo puedes hacer una vez, pero sería muy difícil poder retener a un cliente disgustado.
¿Qué sectores son más proclives a la asesoría en la provincia de Almería?
Aquí tenemos una cartera muy diversificada, estamos prácticamente en todos los sectores. El campo, las comercializadoras y el envasado tienen una fuerte presencia, con empresas y grupos grandes, con muchos empleados y más problemática que otros. Cada vez son menos las que se arriesgan a no contar con los servicios de asesorías ya que el supuesto ahorro al final se les va por otros lados y rara vez pueden estar seguros de estar verdaderamente adaptados a todas las normativas.
¿Qué les diría a las empresas para convencerlas de contratar los servicios de una asesoría?
Pues que nuestra oferta les viene bien porque por un precio cerrados, una cuota razonable, pueden tener un economista, un abogado, un administrador, un contable o un asesor fiscal o laboral de los que no podrían disponer por sus propios medios.
¿Qué competencia tienen en su actividad?
En realidad, son tres frentes los que hemos de sufrir. Uno es la administración, que ha eliminado funcionarios y nos obliga a hacer el trabajo de esos gestores en la realización de trámites. Otras son las asociaciones empresariales, que se han dedicado a la asesoría, sobre todo laboral y fiscal-contable y lo ofertan muy barato, pero a costa de dar menos servicios. El tercer frente son los que llamamos ‘zurupetos’.
¿Qué son los zurupetos?
Un problema creciente para las asesorías. Son cientos, miles de empleados de banca prejubilados o que se quedan en la calle y se dedican a prestar servicios de asesoría a empresas, empresarios y profesionales, pero sin una formación adecuada. Captan clientes por aquello de “eso te lo hago yo más barato”, pero es una competencia desleal y poco ética porque no tienen la cualificación necesaria para ejercer.
¿Y esa vieja imagen del asesor experto en buscar cómo hacer trampas?
Yo creo que eso ha pasado a la historia. Cierto que la actividad irregular de algunas asesorías nos dio mala fama, pero en la actualidad se nos ve no como un mal sino como un bien necesario porque nos hemos convertido en el brazo extendido de muchas empresas. No buscamos la trampa porque el objetivo básico es que la actividad se ajuste a la normativa y solucionar los problemas, y no poner en riesgo a la empresa.
Fuente: www.lavozdealmeria.com
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