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«El trabajo temporal no es precariedad; lo precario es trabajar sin contrato»
El CEO de Randstad, Jesús Echevarría, asegura en una entrevista con ABC que «las ETT deberían poder convertir cientos de miles de trabajos temporales en fijos»
El último trimestre del año está siendo caliente en materia laboral, con la subida del salario mínimo para 2022 y las negociaciones de la reforma laboral y de las pensiones. Todo ello a las puertas de un periodo que supone un incremento del empleo por la campaña de Navidad, cada año más prematura. Desde Randstad prevén que por el Black Friday se contraten a 43.000 trabajadores, sumándose 100.000 más en el resto de la campaña. El CEO de España, Portugal y Latinoamérica de la ETT, Jesús Echevarría, atiende a ABC exultante por el ritmo de recuperación del empleo. «Ahora tenemos más trabajadores efectivos que antes de la pandemia. De enero a octubre se han incorporado 1,2 millones de personas», explica.
-¿Dónde cree que está el techo de la recuperación del empleo?
-Si se mantienen las previsiones de crecimiento, el año que viene pasaremos de los 20 millones de afiliados a la Seguridad Social. La economía española está en disposición de ganar medio millón de cotizantes en 2022.
-¿Qué opinión le merece las medidas que se están negociando en la reforma laboral?
-Antes de hablar de la temporalidad, quiero hablar de un tema muy importante que es la gente que trabaja sin contrato. Hay una asimilación errónea de temporalidad con precariedad. La precariedad de verdad es no tener un contrato de trabajo. Una persona que no tiene contrato no tiene derecho a ERTE ni paro, ni vacaciones ni a ponerse enfermo. No se le garantiza que vaya a cobrar el salario mínimo del convenio colectivo, nadie le forma, no tienen indemnización de contrato, ni genera ningún derecho para el día de mañana tener una pensión. Son personas que quedan absolutamente desprotegidas de los sistemas de garantías del Estado. Eso sí que es precariedad.
-Aun así, tenemos una tasa de temporalidad muy alta...
-Con la reforma laboral queremos reducir la temporalidad. En España está al 24%, cuando en Europa está en el 14%. Hay un ‘gap’ enorme. Si queremos ser serios en el análisis de los datos tenemos que comparar la estructura económica de nuestro país con el promedio de la estructura económica europea. Me explico, el peso del turismo en Alemania es del 5% del PIB y aquí de más del 12%. Si allí tienen el 30% de temporalidad en la hostelería, si nosotros aplicamos esa tasa a nuestro peso en el PIB de la hostelería se explicarían 4 puntos de temporalidad. Es decir, del ‘gap’ que tenemos con Europa casi la mitad se explica por la diferente composición económica de nuestro país. Por tanto, tenemos el reto de reducir la temporalidad. Y ese es uno de los objetivos de la reforma laboral. Uno de los retos es que sea acordada por los agentes sociales porque tenemos la necesidad de ayudar a nuestras empresas a que sean competitivas y que tengan herramientas de flexibilidad y la necesidad de dar estabilidad y reducir el paro. Una de las soluciones o vehículos es utilizar las ETT para dar estabilidad a los trabajadores y permitir a la vez a las empresas tener flexibilidad. Con el papel que deben desarrollar las ETT deberían convertir cientos de miles de trabajos temporales en fijos.
-¿Cuántos empleos fijos podría generar Randstad?
-Podríamos generar más de 10.000 puestos de trabajos fijos. Y el sector debería tener la ambición de generar 200.000. Otro gran reto es la cualificación. Más del 40% de los tres millones que tenemos en el paro no tienen ninguna formación. Y yo creo que el sector debería ser el vehículo para formar a la gente que no tiene cualificación.
-Ha hablado de la importancia del acuerdo social, algo que no ha sucedido con la subida de las cotizaciones para mantener las pensiones...
-La subida es una barbaridad para una medida que es un parche. Multiplicando 0,6% por la base de cotización media de todos los afiliados salen 2.700 millones de euros, de los cuales el 80% lo pagan las empresas españolas. ¿Pueden las empresas seguir siendo competitivas en el exterior con un incremento de cotizaciones de 2.700 millones? Pues no lo sé, porque esto también va ligado a la subida del salario mínimo del año que viene. O la inflación, que es el tema que más nos preocupa ahora porque aunque en estos momentos no influye en los costes laborales, terminará influyendo en las tablas salariales del año que viene.
-¿Y con esta enumeración de costes que entran en vigor pronto mantiene que España puede crear 500.000 empleos en 2022?
-Si España tiene el crecimiento del PIB esperado, el mercado español necesitará medio millón de puestos de trabajo. El impacto de la subida de las cotizaciones y el salario mínimo obviamente lo hace en el empleo. Lo que pasa es que si hay carga de trabajo y la empresa está bien dimensionada, va a necesitar más gente. Aunque asuma más costes. Lo que puede ocurrir es que en vez de 500.000 se generen 400.000. Al final, todo dependerá de cuánto pueden repercutir las empresas esos costes en los clientes. Si son capaces, se llegará a esa cifra. Las empresas van a buscar la fórmula para asumir ese incremento de costes mediante un incremento de productividad. Me explico, si fabricas mejillones en Galicia y te suben un 8% los costes laborales, y a ti los supermercados no te dejan subir ese precio, necesariamente tienes que hacer más latas con las personas que tienes o tomar una decisión peor: el despido.
FUENTE: ABC
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